Thursday, June 05, 2008

BIB AZAHAR 13

En el cañón de la Plaza de Armas

Mal que me pese
retorno a mis fiebres y fantasmas
a mis debilidades;
retorno al redil de siempre
en errático peregrinaje
tras la fábula amable, emotiva, llana.

Redil en forma de calle
Plaza o campo, puerto o playa
tránsito a lo literario;
lugares de sesgos simbólicos
que irradian ensueños
listos para motivar fibras del alma.

Y de remate el Pueblo
la Melilla Vieja, Plaza de Armas
y su cañón por asiento,
sitial que abriga las propias miserias
gratifica el espíritu
y con la nostalgia dulce peculiar mezcla.

Allí musita el habla
más que sonidos, imágenes y recuerdos
mientras su sed decrece,
allí, más que palestra, confesionario
y que agravios, mercedes
reposo gratamente reconfortado.

En las horas límpidas de la mañana
y en la caída de la tarde
la cita en el cañón con las murallas;
testigos, la Puerta de Santiago
joyel entre piedras entrañables y milenarias
y en Ensenada de los Galápagos.

Momento de templar agobios
cruzadas extremas y apatías itinerantes
que la tensión lírica decrezca;
momento consagrado al entorno
a sus cuatro recintos otoñales
momento, en fin, de melillismo hondo.

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